martes, 15 de marzo de 2022

Ya no estás en default.

“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” 
Mateo 6:12
Default 
Situación financiera en la que un Estado actuando como prestatario no puede hacer frente a los pagos derivados de la deuda pública contraída, en la forma establecida en las condiciones de emisión, cesando en los mismos. 
(Diccionario panhispánico español jurídico) 

La FundéuRAE, nos recuerda que impago, suspensión de pagos, cesación de pagos son alternativas en español al anglicismo default.” 
El default se produce cuando un deudor deja de realizar los pagos correspondientes a su acreedor. De esta manera, el deudor cae en la cesación de pagos o default. 
Se produce cuando una empresa, una persona o un Estado no cuenta con dinero en efectivo para cancelar su deuda. Al declararse en default, el deudor busca negociar un acuerdo con sus acreedores y cómo llegar a hacer frente a los pagos pendientes. 
Hay deudas impagables. 
Otras demoran años, incluso pueden pasar a la siguiente generación como una herencia onerosa que nadie quiere recibir.
Principalmente en las deudas morales, ahí casi siempre estamos en default. 

Me cuenta una amiga “hace unos años viajé a Iquique y me hospedó una persona de forma voluntaria y gratuita. Ayer me llamó que viene a Santiago y necesita alojamiento, ni siquiera tengo una cama extra, me explica un poco afligida”. 

Argentina ha re-negociado la deuda de años con sus acreedores; hace unos días hubo protestas por el nuevo trato que –como todo acuerdo- ha dejado a unos contentos y a otros no tanto. 

El ser humano siempre está en deuda. 
Con Dios, las cuentas básicas, el banco, el supermercado o acreedores particulares; lo esencial es cómo distribuirlas y darles la debida atención en el tiempo adecuado para vivir en paz. 

Si eres insolvente, lo peor es acumular deudas gastando como príncipe. 
Lo mejor, buscar ayuda espiritual y financiera en los lugares apropiado; a veces gastarse todo en un viaje al Mall  habla de una necesidad del alma, más que de ostentación.  
Como un devoto de Dios eres afortunado (a). El Señor  ha perdonado la mayor obligación -imposible de pagar-, que pesaba sobre tu cabeza y lo hizo de manera gratuita a través de la donación de su vida.
"Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor,  sino que fue con la preciosa sangre de Cristo..." 1 Pedro 1:18-19 NTV

Delante de Dios ya no estás en default. 
¡Glorificado sea nuestro Señor Jesucristo!
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