Cuatro seres pequeños habitan en la naturaleza, ellos son más sabios que las personas sabias.
Las diminutas hormigas trabajan en equipo
y preparan su comida en verano para que no falte en invierno.
Proverbios 30:24-25 (paráfrasis)
“Las hormigas son unos insectos hipersociales que suelen vivir en comunidades organizadas bajo tierra, en túmulos a nivel del suelo o en árboles.
Las hormigas carpinteras viven en la madera y pueden dañar edificios.
Algunas especies, como la hormiga soldado, desafían a la norma y no tienen hogares permanentes.
Las comunidades de hormigas están dirigidas por una o varias reinas, cuya misión en la vida es poner miles de huevos para garantizar la supervivencia de la colonia.
Las hormigas trabajadoras (las que normalmente vemos) son hembras sin alas que no se reproducen. En su lugar, recolectan comida, cuidan la prole de la reina, construyen el hormiguero, protegen a la comunidad y realizan muchas otras labores.” (*)
¿Has observado las hormigas?
Es todo un mundo de misterio, organización y trabajo.
Conozco una mujer, Laurita, al morir su esposo se dedicó a formar equipos de trabajo social.
Cada día planifica su tiempo para hacer compras a las personas discapacitadas, retirar medicamentos para los postrados, solicitar horas médicas, tejer para damnificados, es impresionante las mil y una acciones que durante la pandemia efectuó con su equipo.
Laurita no es una joven de 20 años pero tiene más vitalidad que un millennial y tanto coraje como un trabajador de la salud primaria.
Algunas amigas la llaman “Hormiga” por el espíritu que la impulsa.
Más allá de la comparación positiva, podemos deducir que en la naturaleza y en la vida humana existe el espíritu de equipo para, con pequeñas acciones conjuntas, apoyar, ayudar y hacer de la sociedad un mundo más vivible, olvidando toda la retórica que los seres humanos manejan.
Mi admiración para Laura.
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