Vive en reverencia y asombro ante la majestad del Señor;experimentarás su protección continua
y serás librado de los males que inquietan
a los seres humanos.
Proverbios 19:23 (paráfrasis)
“Me encontraba en posición de oración, pero no tenía nada que decir. Me arrodillé allí silenciosamente, permitiendo que la sensación de la presencia de un Dios santo me llenara. El latido de mi corazón indicaba algo, golpeando mi pecho. Sentí un frío intenso en la base de mi espina que subió hasta mi cuello. El terror me invadió. Luché contra el impulso de escapar de esa sobrecogedora presencia que se apoderó de mí”
(La santidad de Dios, R. C. Sproul).
Unos más que otros hemos experimentado ese momento como el doctor Sproul, la presencia palpable de Dios; tenemos la certeza de un Espíritu que invade el espacio y de alguna forma se nos da la capacidad de percibirlo, en algunos casos, físicamente.
Entre la cacofonía de las voces diarias, los mensajes de texto, la vociferante tv, no es fácil sentarse unos minutos (o arrodillarse) en silencio a oír la voz de Dios. Porque vendrá, no lo dudes, vendrá en un "silbo
apacible y delicado" o simplemente en la paz que no comprendes cuando todo está alborotado.
Y eso hará una gran diferencia en la cotidianidad. La eternidad en cada minuto.
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Texto en audio:
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Si quieres leer el libro: La santidad de Dios, puedes verlo en PDF.
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La noticia del día:
El jueves, el Ministerio de Salud comunicó que la comuna de Santiago retrocedería a cuarentena, la fase más restrictiva del plan Paso a Paso (Fotografía de calle del centro de la Capital, lanación.cl)