viernes, 23 de abril de 2021

Esto es pecado.

 

Esto es pecado: 
Los ojos altivos, 
 el corazón orgulloso 
 y los planes malvados. 

 Proverbios 21:4 (RVC)

Pecado es una palabra que no tiene buena prensa. 
Los psicólogos han creado una serie de sinónimos para no herir susceptibilidades. Es que la epidermis se vuelve cada vez más fina y se puede herir hasta con una mota de algodón. 
Cambian los términos pero la realidad nos pega un portazo en plena cara. 
Trastorno disocial, falta, desliz, yerro, narcisismo, trastorno de grandiosidad, etc. 

Los yerros o conductas antisociales surgen de una incomodidad en nuestra relación con el Creador más que el entorno familiar o ciudadano. 
La pérdida de la alegría, el sentimiento de culpa, la amargura y el odio no son simplemente el resultado de traumas o mala crianza; hay una incapacidad de cancelar una deuda moral que no sabemos verbalizar. Hay verdades duras e inmutables sobre el pecado y cómo liberar nuestro corazón y mente de él. 
La psicología es una panacea (bastante cara en términos económicos), que mantendrá a la persona con la ilusión de una paz relativa, hasta que no vuelvan los desvaríos a desvelar las noches interminables.

No podemos concluir que el pecado es la deuda impaga. Nuestra deuda, por grave, amplia  o terrible, Jesucristo firmó el acta de cancelación con su muerte de tal manera que somos declarados justos y sin mancha delante de Dios.
"El amor de Cristo se ha apoderado de nosotros desde que comprendimos que uno murió por todos y que, por consiguiente, todos han muerto.   Y Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para él, que murió y resucitó por ellos." (2 Corintios 5:14-15)


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 La noticia del hoy: Celebramos el Día Internacional del Libro, y en especial  la Palabra de Dios que nos hace vivir la buena vida y "en ella encontramos la vida eterna". (Juan 5:39)




jueves, 22 de abril de 2021

Lo agradable y lo más agradable.

Para el Señor Eterno, 
vivir con honestidad y justicia, 
es más agradable que ofrendas 
o sacrificios religiosos. 

 Proverbios 21: 3 

La historia del mundo –y Chile en particular- está plagada de sacrificios religiosos. 
Desde Caín que presenta su ofrenda del fruto de su cosecha hasta el feligrés que viaja de rodillas a algún santuario; sacrificios en objetos o humanos. 
El rey David comprendió el quid de todo cuando escribe: “Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.” (Salmos 51:16) 
Podemos comprender que está en el ADN la meritocracia. 
Dar algo a cambio de algo. 
Costo-beneficio. 
Un poco de eso hemos visto en la teología de la prosperidad, el sistema de indulgencias o las “mandas” que aun hoy se practican. Dios nos instruye   en la profundidad de su deseo; no hay cosa, objeto, ofrenda o sacrificio que sea suficiente para obtener lo que queremos. 
Es más sencillo e incomprensible, solo GRACIA. 

Acostumbrados desde la tierna infancia a “portarnos bien” para tener postre o regalos navideños, la Gracia de Dios nos atropella los paradigmas. 
Es más fácil dar algo que creer. 
Porque la fe involucra lo que somos, lo que pensamos y la interioridad al descubierto. 
 “Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) … Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.” 
Efesios 2: 4-8 NTV.
Somos lo que somos y hacemos lo que hacemos solo por Gracia de Dios.

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miércoles, 21 de abril de 2021

Siete mil millones de razones.


Cada uno piensa que tiene razones válidas para hacer lo que hace; 
Dios examina los motivos del corazón
y determina lo correcto. 

Proverbios 21:2 

Unos, que la pandemia es un invento. 
Otros abogan por más restricciones. 
Los más consensuales, que pongámonos de acuerdo. 

Desde nuestro nacimiento tenemos esta pasmosa capacidad de razonar nuestro mundo. 
Por cierto, un punto de vista limitado y personal. 
Creemos –en un arrebato de grandeza- que nuestra verdad es irrefutable y nuestros actos perfectamente comprensibles. 
¿Cuál es la medida de lo correcto o incorrecto? 
Desde el infante que discurre “mi mamá es mía”, hasta el anciano que se enfrenta a su último suspiro, nuestra medida, si no es Dios, no hay valor posible en nada de lo que hacemos. Todo es voluble, transitorio y artificioso. 
Hay siete mil millones de razones para recrear el mundo, tantas como habitantes hay en el planeta. Todas limitadas a la condición humana.
El escritor argentino Borges nos trata de ilustrar la imposibilidad de saber lo que el Señor sabe de la realidad que apenas vislumbramos. Podemos imaginar que además de verlo todo (literalmente), su mente Omnisciente también evalúa las intenciones humanas. 

Si tienes un momento, te dejo un trozo del cuento de Borges, el Aleph : 
“El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Fray Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer en el pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemon Holland, vi a…” 

La ficción es apenas un esbozo de lo real, el Señor Eterno es el Alfa y Omega simultáneamente, el Primero y el Último (Apocalipsis 22:13). 
Nuestra vida el Él está completa. ¡ Gloria a Dios!
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Te dejo el link del texto de Borges y el audio si deseas investigarlo.
(Jorge Luis Borges, insuperable -según mi modesta opinión- :)
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Texto:

Audio:

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martes, 20 de abril de 2021

¿Qué fortuna deja un príncipe, un rey, un presidente?


Un gobernante que ha puesto 
su vida en manos del Señor, 
Dios lo dejará fluir por donde Él desea; 
y -como un río-,
repartirá  bendición abundante  a su paso.

 Proverbios 21:1 (paráfrasis)

Los periódicos del mundo han multiplicado la noticia: el viernes 9 de abril ha fallecido el príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel de Inglaterra. 
Los medios han curioseado hasta en lo más recóndito para encontrar imágenes divertidas, familiares, comprometedoras o licenciosas. 
Una vida longeva tiene mucho de realidad y ficción. 

El curso de los asuntos humanos nos perturba, a veces nos alegra y otras nos causa opresión en el espíritu.
La muerte de uno que tenía “sangre azul”  -en el decir de nuestros padres-, conmueve al mundo porque nos define humanos e iguales frente a la eternidad. 
La realidad de un Dios Santo   especifica lo que somos, no el color de la piel o la gran o pequeña cuenta corriente; menos la bijouterie  de más o menos valor económico o la belleza del porte y los rasgos aristocráticos.  Somos humanos y preciosos porque Dios nos creó y "en Él vivimos y nos movemos y somos".

El rey Salomón –escritor de estos proverbios- declara que ha dejado su corazón en las manos del Señor Eterno y Él lo ha dejado fluir en la vida como un río que bendice a su nación. 
 ¿Qué fortuna deja un príncipe, un rey, un presidente? 
¿Más bienes materiales que inmateriales? 
¿Qué herencia deja un hijo de Dios?
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Un poco de historia acerca del príncipe Felipe de Edimburgo:

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La noticia del día: En Israel, a partir de hoy, las mascarillas al aire libre no serán obligatorias; la vacunación generalizada ha resultado en más apertura. / AFP


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Ilustración de la entrada: El rey Salomón es ungido. Pintura de Luca Giordano




lunes, 19 de abril de 2021

COVID-19 y consumo consciente.


Con disciplina se corrigen malos hábitos;
solo habrá cambios 
si se ponen en práctica las nuevas conductas. 

Proverbios 20:30 (paráfrasis) 

Informan que más de 3 millones de humanos han fallecido por el contagio de covid-19. 
Desde una perspectiva personal, he conocido muchas personas (incluso estuvieron entubadas) que soportaron la enfermedad y se libraron de ella, un poco averiadas pero anhelantes por vivir. 
¡Bendito sea Dios porque disfrutamos de la hermandad cristiana!

Cuando el Señor Jesucristo sanó a las personas a menudo les acotaba: «Ahora que estás sano, no vuelvas a pecar, porque te puede suceder algo peor.» (Juan 5:14) 
Aun hoy hemos visto sanidades no atribuibles a manos humanas; Dios sorprende con su intervención bondadosa, responde oraciones de fe, levanta aun a los que medicamente habían desahuciado. 
La sanidad es el primer paso de una caminata nueva que se prolongará si hay un consumo consciente de los recursos disponibles. 
Un Walmart ofrecerá mil productos a mil, no todos los necesita ni todos son adecuados para su estado actual de vida. Como tan bien lo expresa el apóstol Pablo: “Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana. (1 Corintios 10:23 TLA) 

No es imprescindible ser convaleciente para practicar hábitos saludables; tampoco existe una fórmula mágica para ser y estar sanos. 
"Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir".

Que sea esta una buenísima semana.
Te deseo lo mejor que Dios tiene para ti esta temporada.
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La noticia del día:
Santiago, la Capital de Chile se mantiene aún en confinamiento. Abril 2021 (Fotografía, Agencia Uno)




domingo, 18 de abril de 2021

Juventud y vejez.

Es admirable la juventud por su entusiasmo y vigor; 
la cabeza canosa si es íntegra y sabia 
es igualmente admirable. 

Proverbios 20:29 (paráfrasis). 

Los jóvenes miran con cierta impaciencia cuando sus padres o abuelos no manejan la tecnología o no comprenden sus impulsos de tener todo “al tiro”. 
Ni siquiera sospechan que los viejos también fueron jóvenes. 

Los ancianos miran con cierta condescendencia a los muchachos en sus prisas y entusiasmo por “cambiar el mundo”, cuestión endémica en cada generación que desea partir desde sí misma (como si se pudiera). Sería una polémica divertida si a veces no llegaran al sarcasmo o a la grosería. 

Como si el otoño despreciara a la primavera por su exuberante frondosidad o el invierno se ofendiera con el verano por sus 35 grados de calor y su impudor playero. 
El proverbista nos asegura que “todo tiene un tiempo y un momento oportuno”. 
Si parafraseáramos la vida como un constante cambio de estación podríamos disfrutar de cada una en toda su magnificencia. 
La primavera no sería más profusa que el verano ni el otoño más apacible que el invierno; cada estación tiene un destino y una belleza. Juntas conforman un ciclo perfecto para sostener el mundo con todo lo que significa. 
¿Puede la sociedad mantener su armonía en el menosprecio por la edad, sexo, raza o nacionalidad? 
Sin duda la Palabra de Dios es un manual perfecto para las relaciones humanas. 
Solo es cuestión de buscar en ella el tema que nos ubica. 
Por lo demás, los niños serán jóvenes y los jóvenes envejecerán, es el ciclo de la vida que no podemos detener (aunque la ciencia lo intenta por muchos caminos).
Te deseo una buena temporada

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La noticia del día: 
El pinzón rosa es un residente del sur de China y un vagabundo en Bután. Un equipo de científicos de la Sociedad de Historia Natural de Bombay (BNHS) vio y fotografió esta rara especie de ave en Himalayas. Ver aquí, https://www.thehindu.com/