sábado, 7 de agosto de 2021

Peleas ajenas.


Como si tomaras un perro rabioso por las orejas 
es entrometerse en una riña que no te incumbe. 


Proverbios 26:17 (paráfrasis) 

Titulares de periódicos de la Internet: 
-Lo apuñalan en riña ajena.
-Se metió en pelea ajena y lo hirieron. 
-Asesinado por meterse en riña ajena. 

 Allá por el lejano Sur, todavía vive mi amigo Sergio, hombre solícito, ingenuo y de buen corazón.
Cierta noche iba de regreso a casa de nuestra reunión habitual de Iglesia cuando presenció una encarnizada pelea entre dos personas, la mujer llevaba las de perder así que sin pensarlo dos veces arremetió contra el agresor. Lo que no entendió que en pelea de casados el interventor  al final sacará la peor parte; la mujer se dio vueltas y lo increpó a gritos “¿por qué le pegas a mi marido?” 
Tuvo que ir a urgencias por los arañazos en la cara y los múltiples golpes de ambos contendientes. 

¿Te ha pasado algo similar? 
Peleas de pareja, disputas de niños, controversias de vecinos, o de ebrios en el límite ¿qué hacer en esos casos? Sin duda no es sencillo actuar o dejar de hacerlo. 
Cada ocasión tiene su propia dinámica y es de sabios aplicar la sensatez en cada momento particular.
Dios nos ayude. 
El fono emergencia tal vez también haga lo suyo.
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La noticia del día:
Niños ingresan a clases comunitarias después de restricciones covid-19, en Cachemira, agosto 2021 (foto AP)





viernes, 6 de agosto de 2021

La pereza de cada día.


Los haraganes dicen: "¡Es peligroso ahí fuera!   
¡Los tigres merodean por las calles! " 
luego tiran las mantas sobre sus cabezas.

Así como una puerta gira sobre sus goznes,
un perezoso se da vuelta en la cama.

El holgazán indolente mete el tenedor en el pastel,
pero es demasiado flojo para llevárselo a la boca.

Así fantasean con su importancia personal;
ellos piensan que son más inteligentes
que toda una facultad universitaria.

Proverbios 26:13-16 (MSJ)

Las ideas más inverosímiles pueden surgir de una mente que se excusa para no realizar lo que se le pide, básicamente el mínimo esfuerzo de no fagocitar. 

El peligro inminente de un animal salvaje en las calles es lo más remoto que se podría dar como pretexto. Así, regresa al calor de las amables sábanas que lo envolverán sin reproches. Luego se levanta, alguien ha preparado comida pero sus fuerzas disminuyen por la falta de ejercicio y la modorra. 
Aun así, al perezoso le quedan algunas ideas que lo alientan a sostener su vida incomprensible. 

 El círculo vicioso de inactividad no tardará en menguar la iniciativa, confundir el pensamiento y recluir en el ostracismo personal. 
¿Qué hay detrás de ese desgano que  atrapa entre las sábanas? 
¿Miedo? 
¿Depresión? 
¿Tristeza? 
¿Un problema que no desea enfrentar? 
¿Abrumada por múltiples tareas pendientes? 

La flojera nos acecha como una tentación que algunos les cuesta resistir.
A veces no es ninguna vergüenza tomarse un día de inactividad, ayer hablamos de los equilibrios necesarios.
Hacer de la pereza un hábito nos llama a reflexionar en el porqué.
***

Si deseas profundizar el tema:

Cuando la pereza es anormal.


Covid 19 y pereza


Construir la vida  



Ilustración de aquí:
 

jueves, 5 de agosto de 2021

Autoimagen.

Una persona que cree que todo lo sabe 
se convertirá en presumida, 
enamorada de sus propias opiniones; 
más esperanza hay para un necio 
que reconoce su necesidad de aprender.. 

Proverbios 26:12 (paráfrasis) 

La vida de algunas personas está en los extremos. 
Entre Picio y Narciso. 
El más sabio o el más torpe. 
El más feliz o el más desgraciado. 
Amando hasta el delirio u odiando hasta su sombra. 
Trabajólico o flojo de remate.
Intrépidos expuestos a grandes peligros, miedosos hasta de un leve movimiento de tierra. 

Gracias a Dios por la templanza, ese sano equilibrio que nos permite vivir sin enfermar de los nervios. 
El apóstol Pablo (perito en casi todos los temas humanos) nos aconseja del peligro extremista. 
“Dios en su bondad me nombró apóstol, y por eso les pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo.” 
(Romanos 12:3 TLA)
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Historia de Picio:

Historia de Narciso:



 

miércoles, 4 de agosto de 2021

La porfía que nos acecha.


El perro vuelve a su vómito y el necio a su necedad. 
DHH 
Así como el perro vuelve a su vómito, el necio repite su necedad. 
NTV 
Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad. 
NVI 
Como perro que vuelve á su vómito, Así el necio que repite su necedad. 
RVA 
El perro vuelve a su vómito, y el necio insiste en su necedad. 
TLA 

 Proverbios 26:11 (Versiones)

¿Recuerdas esa canción: "tropecé de nuevo con la misma piedra.../ yo que había jurado.../y con el mismo pie"?
La porfía es un estado al que regresamos sin siquiera darnos cuenta. 
Es más, conozco personas que se ufanan de su porfía como si fuera una cualidad digna de imitar. 

El proverbista es bastante duro en su expresión para la reincidencia de alguna debilidad, algún mal hábito o malas prácticas; no hay forma de parafrasear lo que expresa. 
La pertinacia puede ser una aptitud a la que podemos domar o una maldición que nos controla. El mismo apostol Pablo fue derribado cuerpo a tierra por su obstinación persecutora (Hechos 9). Con mucha razón años después escribe para evitarnos males mayores: 

“Así que les aconsejo que vivan por el poder del Espíritu. De esa manera no obedecerán los deseos de la naturaleza pecaminosa, porque esta va en contra de lo que el Espíritu quiere, y el Espíritu desea lo que va en contra de la naturaleza pecaminosa.” 
 Gálatas 5:16-17 (NBV)
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La noticia del día:
Un ave cruza por la estación de tren Circular Quay, Sydney, Australia. (Foto Reuters)




martes, 3 de agosto de 2021

El poder de las palabras.


Si una persona lisiada 
no puede confiar en sus piernas, 
menos se puede confiar en las palabras de un necio. 

Tan inútil como atar una piedra en la honda 
 es alabar a una persona insensata. 

 Las declaraciones de un necio 
lastimarán a otros como un bisturí 
 empuñado por un ebrio. 


 Proverbios 26:7-9 (paráfrasis)

Las palabras son poderosas, ellas definen, explican y crean realidades.
Se nos ha dotado con este poder desde que nacemos; desde pequeños entendemos que el lenguaje bien usado hará realidad nuestros deseos o provocará sentimientos en los otros. Un bebé repetirá hasta el cansancio mamá o papá para obtener una sonrisa. 

Poderosas y peligrosas, nos asegura el proverbista. 
Como se construyen mundos se pueden destruir con unas pocas palabras.
Gobernantes, políticos, dirigentes, líderes, todos saben cuánto efecto pueden otorgarle a un discurso y qué resultado lograrán si usan los términos que el oyente desea. 
El Señor Jesucristo nos promete que: 
«Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos;  y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.»  (Juan 8:31-32)

#usabienlaPalabra
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lunes, 2 de agosto de 2021

Se busca mensajeros.


Es necesario elegir bien al mensajero 
que llevará un mensaje importante, 
de lo contrario 
te harás un auto sabotaje.

Proverbios 26:6 (paráfrasis) 

Llegó al pueblo un circo.
Levantaron la carpa y prepararon la función como hacen habitualmente con desfiles por la calle y animales exóticos. 
El día de la apertura uno de los actores se dio cuenta que había empezado un pequeño incendio. El dueño del circo llamó a todos para ayudar y envió un mensajero para buscar a bomberos. Este llegó agitado a la estación  gritando: "¡Fuego, fuego, vengan de inmediato que se quema el circo!". 
Los bomberos salieron y se pusieron a reír. 
Mientras tanto el fuego llegó a la tienda principal que se incendió con tanta fuerza que las llamas llegaron a sembradíos cercanos. Ante la gran humareda los bomberos comprendieron que se trataba realmente de un incendio. Pero ya era tarde...no le creyeron al payaso que había enviado el dueño del circo. 
Hay mensajes que son esenciales, incluso algunos han cambiado el curso de la historia humana.  Es tan importante  el mensajero como lo que comunica.

Cuando pensamos en la buena noticia del cielo nos sorprende lo que dice el apóstol Pablo. En realidad  el eterno mensaje del evangelio tiene el poder en sí mismo, y los que lo emiten son capacitados por el Espíritu. El Señor se ha asegurado que tanto mensaje y mensajero  cumplan la misión.
 
"Hermanos, deben darse cuenta de que Dios los ha llamado a pesar de que pocos de ustedes son sabios según los criterios humanos, y pocos de ustedes son gente con autoridad o pertenecientes a familias importantes.
Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles.  Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. 
Así nadie podrá presumir delante de Dios." 


domingo, 1 de agosto de 2021

Opinología.

Los comentarios faranduleros 
no necesitan una respuesta;
podrías caer en esos temas 
y terminar en frivolidades innecesarias. 
Si es el momento oportuno, 
responde con mesura, 
de acuerdo al nivel cultural de tu interlocutor. 

Proverbios 26:4-5 (paráfrasis) 

En los últimos años se ha instalado en los medios audiovisuales una práctica social que poco a poco se consolida y tal vez hasta se profesionalice, la opinología, ciencia que consiste en hablar de “todo” sin demasiada profundidad. 

Un opinólogo es una persona que comenta la realidad sin ser –necesariamente- experto en nada. Sin embargo, algunos han llegado a ser respetados y gozan de una cantidad no despreciable de seguidores en las RRSS. 

Todos tenemos opiniones. Así que en cierto sentido somos “opinólogos”; en el almuerzo familiar de los domingos el niño aprende que su pensamiento es escuchado por los mayores; en el bar de la esquina los asiduos  serán expertos en bebidas espirituosas (o fútbol, dependerá de la época); en la oficina el funcionario puede contar (o escribir) las más sabrosas historias, reales o imaginarias; en la mediática tv se explayarán como peces en la pecera, desmenuzando la vida de los famosos, en fin, las opiniones serán tan variadas como los 20 millones que somos. 
La web 2.0 ha catapultado la opinología al infinito…”y más allá”, a la posteridad, banalizando hasta los temas sacros. 

 ¿Cómo “entresacar lo precioso de lo vil”? 
¿Cómo evitar que nuestra opinión se transforme en dogma? 
¿A quién oír que no nos disperse el pensamiento?

 Una sola directriz puede salvarnos de tanto galimatías: “…las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.” 
(2 Timoteo 3:15)
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En estos días he tenido la gran alegría de saber que algunos lectores se han inscrito en  clases formales de estudios de la Biblia o Teología. Una excelente decisión.
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