Es necesario elegir bien al mensajero
que llevará un mensaje importante,
de lo contrario
te harás un auto sabotaje.
Proverbios 26:6 (paráfrasis)
Llegó al pueblo un circo.
Levantaron la carpa y prepararon la función como hacen habitualmente con desfiles por la calle y animales exóticos.
El día de la apertura uno de los actores se dio cuenta que había empezado un pequeño incendio. El dueño del circo llamó a todos para ayudar y envió un mensajero para buscar a bomberos. Este llegó agitado a la estación gritando: "¡Fuego, fuego, vengan de inmediato que se quema el circo!".
Los bomberos salieron y se pusieron a reír.
Mientras tanto el fuego llegó a la tienda principal que se incendió con tanta fuerza que las llamas llegaron a sembradíos cercanos. Ante la gran humareda los bomberos comprendieron que se trataba realmente de un incendio. Pero ya era tarde...no le creyeron al payaso que había enviado el dueño del circo.
Hay mensajes que son esenciales, incluso algunos han cambiado el curso de la historia humana. Es tan importante el mensajero como lo que comunica.
Cuando pensamos en la buena noticia del cielo nos sorprende lo que dice el apóstol Pablo. En realidad el eterno mensaje del evangelio tiene el poder en sí mismo, y los que lo emiten son capacitados por el Espíritu. El Señor se ha asegurado que tanto mensaje y mensajero cumplan la misión.
Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo.
Así nadie podrá presumir delante de Dios."
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