Cada uno
de los cuatro seres vivientes tenía seis alas,
y estaba cubierto de ojos
por fuera y por dentro.
Y ni de día ni de noche dejaban de decir:
«¡Santo, santo, santo es el Señor,
Dios todopoderoso,
el que era y es y ha de venir!»
Cada vez que esos seres vivientes
dan gloria y honor y gracias
al que está sentado en el trono,
al que vive por todos los siglos,
los veinticuatro ancianos se arrodillan
ante él y lo adoran
y, arrojando sus coronas delante del trono,
dicen:
«Tú eres digno, Señor
y Dios nuestro,
de recibir la gloria,
el honor
y el poder,
porque tú has creado todas las cosas;
por tu voluntad existen
y han sido creadas.»
Apocalipsis 4:9-11 DHH
*
*
*
*
Audiolectura de hoy:
Apocalipsis 4-6 DHH
Apocalipsis 4-6 DHH
Si quieres leer una historia del Apocalipsis, aquí:
No hay comentarios:
Publicar un comentario