Los que quieren enriquecerse
caen en la tentación
y se vuelven esclavos de sus muchos deseos.
Estos afanes insensatos y dañinos
hunden a la gente
en la ruina y en la destrucción.
Porque el amor al dinero
es la raíz de toda clase de males.
Por codiciarlo,
algunos se han desviado de la fe
y se han causado
muchísimos sinsabores.
1 Timoteo 4:9-10 NVI
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Si quieres tener dinero hay fórmulas infalibles.
Legales e ilegales.
Cristianas y no cristianas.
El dinero en sí puede ser una buena herramienta o una daga asesina.
El consejo del apóstol está más que claro.
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