"Aquí hay unos buenos consejos.
Si los pones en práctica, vivirás bien.
Cuida tu vida y tu cuerpo.
Considera estas instrucciones.
Di a la sabiduría: "Te aprecio ",
y al discernimiento, "seamos amigos ".
¡Que ustedes dos me protejan; que nunca nos separemos!
La sabiduría y el discernimiento te guardarán de la infiel que con sus suaves palabras desea seducir tu corazón.
Me asomé a la ventana y noté entre la multitud a un joven ingenuo que estaba a punto de equivocarse.
Allí iba caminando; dobló la esquina presuroso hacia la casa de la mujer que había planeado conocer.
Era un agradable atardecer; caía poco a poco la oscuridad. El estaba convencido que nadie miraba mientras entraba en las negras sombras de la noche.
De pronto apareció aquella mujer, vestida para suprimir cualquier resistencia; lo saludó con voz provocativa y desafiante.
Su tipo puede encontrarse en las esquinas buscando algún dinero a cambio de sexo.
Ella lo rodeó con sus brazos, lo sujetó y lo besó; luego le susurró al oído:
“Ven conmigo, está todo bien, tengo lo que necesitamos para una fiesta.
Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos; así que dispongo este tiempo para ti; desde que te vi supe que eres el que he esperado.
He preparado mi cama con sábanas del mejor lino importado de Egipto; las he rociado con un perfume fascinante de mirra, áloe y canela dulce.
Ven, pongámonos cómodos y disfrutemos el uno del otro; ¡gocemos del amor hasta el amanecer!
En casa no hay nadie, mi esposo está de viaje por negocios.
Se fue cargado de dinero para gastar, así que no te preocupes, no volverá hasta que termine el mes”.
Él se dejó llevar por su coquetería, tentado por su abrazo excitante.
Me lo imaginé como un pequeño bovino mudo que va directo al matadero; como un cervatillo a punto de ser ejecutado con una flecha justo en el corazón; como pájaro que vuela en la red, sin saber que está a punto de caer en la trampa.
Así que, jóvenes, escúchenme.
¡Sería mejor que se tomaran en serio mis palabras!
Controlen sus impulsos sexuales y guarden su corazón de la lujuria.
No dejes que tus pasiones se salgan de control; no fijes tus ojos en una mujer promiscua por muy hermosa que sea.
¿Por qué querrías siquiera acercarte a la tentación y la seducción y tener una aventura con ella?
Ella ha quebrantado el alma de muchos hombres, muchos poderosos han caído y han quedado en la ruina.
Si deseas conocer el camino al infierno, ese es el que lleva a su casa."
Proverbios 7: 1-27 (una paráfrasis)
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