jueves, 7 de enero de 2021

Pon atención.

El que pone atención a la palabra hallará el bien,  
Y el que confía en el SEÑOR 
es bienaventurado. 

 Proverbios 16:20 (NBLA) 

Tuve un profesor terapeuta ocupacional, enamorado de la música y con un gran sentido del humor. Nos hacía gimnasia cognitiva, leía cuentos, jugábamos en clases, fue un gran maestro. Un día nos dijo que la Atención es uno de los factores relevantes en el aprendizaje y la mantención de la salud cerebral.

La falta de atención puede ser fatal. 
Caminaba por  calle Patronato, tú sabes, mujer en un barrio de venta de ropa, bobería pura. 
Mirando las vitrinas y caminando, no pues, las dos cosas están reñidas entre sí cuando las veredas son inseguras y resbaladizas como en Santiago. De pronto me vi tendida en el suelo, un bache debajo de los  pies me hizo aterrizar sin elegancia en el duro cemento, ay.  Mis rodillas y el ego han sufrido por falta de atención. 

¿Cuántas historias podríamos contar? Miles.  
Caer en la calle es una minucia comparada con una caída por falta de atención a la palabra. 
Las palabras son frágiles y necesitan guardarse con seguridad en la mente y el corazón. Acuñadas como el mayor tesoro. Preparadas para ser usadas en el momento adecuado. Se han perdido fortunas, matrimonios, familias, vidas, por déficit atencional. 
Un buen terapeuta nos puede ayudar. Y el Espíritu está dispuesto. 
De partida he colocado una indicación en mi escritorio de trabajo con este proverbio. 

***

Un interesante vídeo con ejercicios de concentración.





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