martes, 17 de mayo de 2022

Vivir con fe/vivir sin fe.

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
 Hebreos 11:6 NVI
FE 
Del lat. fides. 
1. f. Creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia. 
3. Confianza en el éxito de algo o alguien. 
5. Testimonio, aseveración de que una cosa es cierta.  
 (Diccionario Wordreference)
La palabra fe se encuentra 234 veces en nuestra Biblia Reina-Valera 1960. 
Todos tenemos fe, sin duda.
Una fe natural que permite al ser humano moverse en el mundo y vivir sin muchos sobresaltos. 
Se tiene fe en el gobierno, en el sistema financiero, en los tratados internacionales, en los padres, en los vecinos, etc. 
Vivir sin fe transforma la persona en misógina, desconfiada e infeliz. 

«La incredulidad es esencialmente contraria a la naturaleza del hombre» decía Tomás de Aquino.

«Vivimos en una red de no conocimientos, de los que sin embargo nos fiamos a causa de las experiencias generalmente positivas (de otros)» 
J. Ratzinger. 

Dios se muestra –en principio- a través de su maravillosa creación y espera que al observar todo lo creado puedas creer.
“Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.”
(Romanos 1:20 NVI)

¿Cómo se puede llegar a tener fe en Dios? 
El apóstol Pablo nos lo aclara: “Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.” 
(Romanos 10:17 NTV) 

El ruego de los discípulos “auméntanos la fe” es tan necesario para la Iglesia hoy como lo fue para ellos.
Si el primer motivo de tu vida es agradar a Dios es imprescindible tener fe, aunque sea “como grano de mostaza”.
*

¿Recuerdas esta canción?  "Si tuvieras fe..."








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