jueves, 21 de agosto de 2025

Entre el saber y el hacer.


Sed hacedores de la palabra 
y no tan solamente oidores, 
engañándoos a vosotros mismos. 
Si alguno es oidor de la palabra 
pero 
no hacedor de ella, 
ése es semejante al hombre que 
considera en un espejo su rostro natural; 
él se considera a sí mismo 
y se va, 
y pronto olvida cómo era.

Santiago 1: 22-24 RV1995
*
Hay una brecha  que a veces no logramos minimizar. 
Sabemos mucho, cada día hay más conocimiento de mil cosas, pero nuestra humanidad nos impide realizar lo que nos proponemos.
Alguien escribió: "el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones", buenos deseos que se quedaron sin practicar.  

Por estos días Chile ha ingresado a una espiral de promesas de los candidatos a la presidencia de la República. Es una hazaña soslayar la retórica que se instala en todos lados. 

Sabemos que un alto porcentaje de esas ofertas son columnas de humo que se las llevará el viento. 

El espejo -dice Santiago- nos da una imagen personal cada día. 
Quizás lo más honesto es reconocer que todos somos, en cierta medida, "oidores olvidadizos". 

La diferencia está en cuántas veces regresamos al espejo (la Palabra de Dios), cuántas veces nos damos la oportunidad de recordar quiénes queremos ser realmente, y cuánto dejamos que el Espíritu nos moldee.
*
Audliolectura de hoy:
Santiago cap. 1, versión RV 1995
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