Toda buena dádiva
y toda perfecta bendición descienden de lo alto,
donde está el Padre
que creó las lumbreras celestes,
y quien no cambia
ni se mueve como las sombras.
Santiago 1:16 NVI
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¿Quién rechaza un regalo sin abrirlo?
¿A quién no le gusta recibir algún regalo sin sentir que hay un compromiso al aceptarlo?
¿Qué harías si alguien te dona unos dólares en tu cuenta de banco?
Como un buen padre, nuestro Dios nos regala cada día algo para hacer nuestra vida mejor.
Solo tenemos que recibir y reconocer su provisión, desde la tibieza del sol por la mañana hasta el sueño reparador por la noche.
Agradecida siempre.
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Audiolectura de hoy:
Carta de Santiago caps. 1-2 NVI
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