Dios conoce el corazón humano
y él confirmó que acepta a los gentiles
al darles el Espíritu Santo,
tal como lo hizo con nosotros.
Él no hizo ninguna distinción
entre nosotros y ellos,
pues les limpió el corazón
por medio de la fe.
Entonces,
¿por qué ahora desafían a Dios
al poner cargas sobre
los creyentes gentiles
con un yugo que ni nosotros
ni nuestros antepasados
pudimos llevar?
Nosotros creemos que todos
somos salvos de la misma manera,
por la gracia
no merecida que proviene del Señor Jesús».
Hechos 15:8-11 NTV
*
Hay momentos definitivos en el acontecer humano.
Decisiones que determinan el presente y las futuras generaciones.
Exactamente eso fue el primer Concilio que se realizó en Jerusalén..
Sus conclusiones atraviesan los siglos y han orientado las cuestiones de fe y costumbres de veinte siglos.
Podemos dar gracias al Señor y al Espíritu Santo que preservó el propósito que tenía para el mundo, incluidos nosotros hoy.
¡Gloria a Dios!
*
Audiolectura:
Hechos 15-17 NTV
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