Cuando alguien pobre se hace cargo
y oprime a otros más pobres que él,
es como una tormenta que arrasa
con las cosechas y deja a todos sin pan.
Proverbios 28:3 (paráfrasis)
Conozco pocas personas acaudaladas.
El jefe de mi amiga S. podríamos decir que tiene bastante dinero; ella nos ha mostrado un ser humano bien distinto al que exhiben los medios acerca de las personas con dinero.
Es un jefe justo.
Tal vez haya más personas justas de lo que imaginamos.
Y tal vez haya más pobres crueles cuando adquieren algo de poder o riqueza.
La educación que recibieron no les enseñó a manejar con ecuanimidad las situaciones de mando sobre otros.
El proverbista nos muestra esa clase de personas; de un día para otro tuvieron que aprender a ser líderes, no es de extrañarse que el peso de las circunstancias los sobrepase.
La soberbia y el orgullo no son predominio de una clase social; tenemos esas debilidades propias de la naturaleza humana.
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Luisiana. Foto: AP / John Locher
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