Una noche José tuvo un sueño, y cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron más que nunca.
Génesis 37:5
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Dicen "soñar no cuesta nada".
Los creadores de ese refrán no supieron que a José sus sueños casi le cuestan la vida.
Los creadores de ese refrán no supieron que a José sus sueños casi le cuestan la vida.
Hay historias fascinantes, llenas de aventuras (y desventuras) que, miradas desde este lado del mundo, nos parecen casi imposibles.
José, Moisés, David, Daniel, etc., biografías con gran riqueza espiritual y ¿por qué no?, riqueza financiera fuera de lo común.
Claro está, después de grandes desastres y no pocos dolores, lograron instalarse en un mundo que les era adverso.
"Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus huesos."
Hebreos 11:22 NVI
Era fe, dice el libro de Hebreos.
Solo fe, porque se sostuvieron "como mirando al Invisible".
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