Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina...
* Ester 2: 17 RV-60
Esta extraordinaria historia nos ilustra el cuidado de Dios con su pueblo, para preservarlos como una nación relevante en el mundo.
Pareciera que los acontecimientos terminarían con un exterminio en masa, pero el Señor interviene ordenando el entramado para salvarlos a través de una mujer provista de gracia y corage.
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