jueves, 15 de mayo de 2025

Los corintios, abundancia de dones.


Crispo, 
que era el jefe de la sinagoga, 
creyó en el Señor junto con toda su familia;
y muchos 
de los corintios que oían a Pablo 
también creyeron 
y fueron bautizados. 

Una noche,
mientras Pablo dormía, 
el Señor le dijo en una visión: 
«No temas. Habla y no calles, 
porque yo estoy contigo. 

Nadie podrá hacerte daño, 
porque en esta ciudad 
cuento con mucho pueblo.» 
Pablo se quedó allí 
un año y seis meses, 
y les enseñaba la palabra de Dios.

Hechos 18:8-11 RVC
*

Las comunidades cristianas nacen y se multiplican en cada sociedad.
En algunas de manera exponencial. En otras de manera pausada.

Todas han tenido -y tienen- su personalidad y sus debilidades  que no enseñan. 
Aunque en muchas ocasiones cada una tropezará con sus propias piedras.
 
*

Audio de hoy:
Introducción, carta primera a los corintios.

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