A inicio del 2023 nos desafiamos a audioleer cada día el Nuevo Testamento y ha sido un tiempo estupendo.
Con la experiencia previa nos lanzamos al primer libro de la Biblia, Génesis.
Es una labor de gozo -sin duda- que pone a prueba nuestra perseverancia.
Ya estamos hoy en el inicio del capítulo 12 de Génesis, una nueva etapa del mundo antiguo y una esperanza de días mejores.
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Pero el Señor le había dicho a Abrán: «Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Yo haré de ti una nación grande. Te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan; y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.»
Génesis 12:1-3 RVC
¿Qué importancia tiene Abraham en la vida humana y en especial para nuestra generación?
¿Por qué debería interesarnos su relación con Dios?
¿Cuál es la causa que movió a Abraham a dejar la comodidad de su hogar?
Piensa en esto: un día estás tranquilamente en tu casa almorzando con la familia y de la nada sientes que alguien te dice "deja tu casa y viaja adónde yo te mostraré". Piensas ¿estaré en mis cabales?
Vas al psicólogo, nada.
Tomas medicamentos y nada.
La voz está ahí "de tu familia formaré una gran nación" (conste que la esposa era estéril).
Delirante, por decir lo menos.
Tomas tus pertenencias y te vas, los padres lloran, la madre se aflige, pero la decisión es irrevocable. Te vas a la parada del bus sin saber cuál abordar, solo sabes que es lo que tienes que hacer.
Así iniciamos la grandiosa historia del hombre y la mujer de los cuales descienden naciones que han bendecido todas las generaciones, no solo con riqueza e inventos, sino con la salvación del mundo a través del Mesías.
¿No te parece extraordinario el designio de Dios?
El apóstol Pablo nos amplía en detalle por qué es necesario comprender los tratos de Abraham y el Señor Eterno.
Por eso, para que la promesa de Dios tuviera valor para los descendientes de Abraham, Dios no pidió nada a cambio. Hizo la promesa para todos los que confiaran en él. No sólo para los que obedecen la ley, sino también para los que confían como Abraham. Por eso Abraham es el padre de todos nosotros.
Romanos 4:16 TLA
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