David compuso un canto fúnebre por Saúl y Jonatán, y ordenó que se lo enseñaran al pueblo de Judá. Es conocido como el Cántico del arco y está registrado en El libro de Jaser:
Del botín participan tanto los que se quedan cuidando el bagaje como los que van a la batalla.
Aquel día David estableció ese estatuto como ley en Israel, la cual sigue vigente hasta el día de hoy.
1 Samuel 30:24 NVI
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En un proyecto participan muchas personas que no son visibles.
Los que planifican, los que administran, los que oran, los que aportan con finanzas, los que sirven cientos de café en las reuniones, los que colocan papel e higiene en los baños, etc.
Cuando hay un éxito total, los que ejecutan y son visibles, a menudo, se llevan los honores.
En esta ocasión David nos muestra una amplia comprensión y establece que las ganancias y los aplausos serán compartidos, tanto por los que lucharon la batalla como por los que se quedaron a tareas menores.
Este es un principio de equidad que evitará injusticias y descontentos.
—Queda el más pequeño —respondió Isaí—, pero está cuidando el rebaño.
—Manda a buscarlo —insistió Samuel—, que no podemos continuar hasta que él llegue.
Isaí mandó a buscarlo y se lo trajeron.
Era buen mozo, pelirrojo y de buena presencia.
El Señor dijo a Samuel:
—Este es; levántate y úngelo.
Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos.
Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él.
Luego Samuel regresó a Ramá.
1 Samuel 16:11-13 NVI
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El rey elegido fue presa del estrés y la depresión.
Faltó a sus funciones y empezó una decadencia como gobernante.
Tal como Samuel había anticipado a la nación que " Y el día en que se quejen por causa del rey que hayan escogido, el Señor no les hará caso. Pero el pueblo, sin tomar en cuenta la advertencia de Samuel, respondió: —No importa. Queremos tener rey,"
Dios -que una y otra vez muestra su bondad- , elige un nuevo líder, esta vez un joven sencillo y valeroso.
Sin embargo pasaron varios años (por lo menos 15) para que David que llegara al trono.
También le daba mensajes en el santuario de Siló, y Samuel se los comunicaba a todo el pueblo.
Todo lo que Dios prometía por medio de Samuel, se cumplía.
1 Samuel 3:19-20 TLA *
Hay personas en las cuales se puede confiar.
Más aún, hay personas en las que Dios puede confiar.
Sin duda el profeta tenía ciertas cualidades que lo hacían cercano a la voz de Dios, entre ellas su nacimiento sobrenatural y la dedicación desde niño.
Sin embargo, eso no resta que el Señor pueda usar cualquier persona que tenga el sagrado compromiso de amar y servirle sin tantos ambages que nos impidan crecer.
Así que Booz tomó a Rut y se casó con ella. Cuando se unieron, el Señor le concedió quedar embarazada, de modo que tuvo un hijo.
Libro de Ruth, 4:13 NVI
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¿A quién no le gusta una buena historia de amor con un final feliz? Nada de ficción, una historia real de tristezas y alegrías como la vida y sus complejidades.
Entonces Sansón clamó al Señor, y le dijo: «Te ruego, Señor, que te acuerdes de mí tan sólo una vez más, y que me des fuerzas para cobrarles a los filisteos mis dos ojos de una vez por todas.»
Jueces 16:28 DHH
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¡Qué cantidad de lecciones aporta la historia de Sansón al ideario humano!
-Su gran fuerza en contraste con su vulnerabilidad.
-Su excesiva inclinación al sexo femenino.
-La gran confianza en sus capacidades naturales.
-Cuando los secretos son un peso.
-La traición puede venir de cualquier persona.
-Algunos errores se pagan muy, muy caros.
-La reivindicación es posible si confías en Dios.
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Escuchando esta magnífica historia podrás sacar de ella tus propias conclusiones.
el Señor hizo que los hombres de todo el campamento se atacaran entre sí con sus espadas.
Jueces 7:22 NVI
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En la sombra del valle, Gedeón y sus 300 guerreros, armados con antorchas y trompetas, desataron el caos en la oscura noche madianita.
La confusión y el miedo se apoderaron del enemigo, revelando que la valentía de unos pocos, con el poder de Dios, puede eclipsar la oscuridad de muchos.
Dios puede -y lo hizo- dar la facultad de hablar a un burro.
Dios puede dar mensajes en el sonido del viento.
Dios puede desbaratar un ejército innumerable como la arena, con apenas trescientas trompetas sonando al unísono.
El poder no está en el objeto; el poder está en el que lo tiene y lo ejerce.
El apóstol Pablo -muchos años después- comprende esa revelación cuando escribe:
A Selofhad, bisnieto de Maquir, no se le había dado territorio, porque no tuvo hijos.
Sólo tuvo cinco hijas, que se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá.
Entonces ellas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué y ante los líderes, y les dijeron: «Dios le ordenó a Moisés que a nosotras se nos dieran tierras, lo mismo que a nuestros parientes varones».
Así que de acuerdo con el mandato de Dios, ellas también recibieron tierras.
Josué 17:3-4
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No se puede afirmar que el Señor era machista o lo es en la actualidad.
Tampoco feminista.
Dios creó a los seres humanos con características diferentes, con funciones diversas y complementarias.
Esta es una clara ocasión que nos muestra cómo se reparte una herencia.
Tanto hombres como mujeres reciben lo que les corresponde.
Si avanzamos por las Escrituras podremos conocer el corazón y la voluntad de Dios y nuestros prejuicios pueden ir transformándose en comprensiones más allá de los estereotipos.
Sin embargo, a la tribu de Leví Moisés no le dio tierras por herencia, porque el Señor, Dios de Israel, es su herencia, tal como él se lo había prometido.
Josué 13:33
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No hay ningún superlativo que describa esta escritura.
Que Dios se constituya y se involucre con esa profundidad con algún tipo de ser humano va más allá de toda descripción.
El rey David -sin pertenecer a la tribu de Leví- entendió lo maravilloso de este concepto cuando dice:
Señor, solo tú eres mi herencia, mi copa de bendición; tú proteges todo lo que me pertenece.
Salmos 16:5 NTV
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Si deseas leer algo de las bendiciones de un ministro de Dios puedes verlo aquí:
Entonces Josué levantó, en el monte Ebal, un altar al Señor, Dios de Israel, tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado a los israelitas.
Lo levantó de acuerdo con lo que está escrito en el libro de la Ley de Moisés: un altar de piedras sin labrar, es decir, que no habían sido trabajadas con ninguna herramienta.
En él ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión al Señor.
El Señor le dijo a Josué: «A partir de hoy, empezaré a convertirte en un gran líder a los ojos de todos los israelitas.
Sabrán que yo estoy contigo, tal como estuve con Moisés.
Josué 3:7 NTV
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Y llegó el gran día.
Día esperado y soñado durante cuarenta años.
Cambios radicales en el estilo de vida de toda la nación; atrás queda el desierto, el maná, la escasez de agua, el frío de las noches, los hábitos ¡ah, cuánto cuesta cambiar los hábitos!
Pero la vida es cambio, aunque a veces incomode, lo que jamás cambia y sostiene el espíritu humano es el amor y poder de Dios para preservar su pueblo. ¿No lo has observado a lo largo del tiempo?
El apóstol Pablo lo describe tan bien: "Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado! (2 Corintios 5:17)
La vida nunca se detiene, el presente evoluciona y nosotros adquirimos un bagaje de experiencias que van moldeando el carácter de tal forma que, frente a nuevos desafíos, podamos reaccionar de la mejor manera.
Los libros anteriores nos muestran de manera vívida cuánto respeto y devoción podemos desarrollar a través del tiempo y llegar a nuestro destino con expectativas de futuro.
Este es uno de los capítulos más emblemáticos de la Biblia, lleno de ánimo y expectativas.
El cambio de un líder a otro nunca estará exento de incertidumbre y temores.
El Señor afirma su confianza en este hombre y a la vez le respalda frente a su nación.
Si alguna vez las dudas invaden tu alma, solo escucha estas palabras, porque Dios es el mismo y sus promesas son extensivas para todas las épocas.
Como a Josué, Dios invita a recordar sus proezas, su fidelidad y su gran, gran paciencia durante los cuarenta años que anduvo con ellos por el desierto.