Quien no desea ser corregido
permanecerá en la ignorancia.
Si tu corazón es honesto
florecerá en ti el favor del Señor,
pero un corazón torcido
invita a ser descalificado.
No puedes esperar el éxito haciendo lo equivocado.
La persona devota
está firmemente arraigada en Dios.
Proverbios 12:1-3 (paráfrasis)
Desde la prehistoria hemos pasado por todas las escuelas para comprender el mundo, interpretarlo, desarrollar habilidades y disfrutar de él.
El aprendizaje es natural y básico en el ser humano.
Nos ha sucedido con el tele-trabajo, las redes sociales y el covid-19; muchas personas –incluyendo la iglesia- han debido olvidar las cartas manuscritas, las señales de humo, el walkie-takie y adquirir un celular con aplicaciones y –en la medida de lo posible- con una amplia memoria. Además una buena conexión a Internet y como nos comentaba una amiga, “tener a mano el tutorial que me hizo mi hija”.
Nuestra vida es AZ y DZ (antes de zoom y después de zoom); YouTube ya nos ha entregado sus secretos y Facebook sigue siendo la olla de grillos que fue desde un principio, sin hablar de Google Meet, tik tok y un largo etcétera.
Toda esta invasiva y necesaria tecnología es maravillosa solo si aprendemos a utilizarla. Cualquier tutorial resulta letra china si no encendemos el PC y nos conectamos con aquello que nos concierne, trabajo, amistades, familia, hobbies y practicamos para comunicarnos mejor en la vida virtual y la cotidiana.
#NuncaSeTerminaDeAprender
No hay comentarios:
Publicar un comentario