sábado, 26 de diciembre de 2020

El propósito, la gloria de Dios.


El Señor trabaja integralmente
para llevar a cabo sus propósitos; 
incluso el malvado cumple una función 
en el día del desastre. 
Porque toda arrogancia tiene consecuencias; 
para su justicia nada puede quedar impune. 

Proverbios 16:4-5 (paráfrasis)

Si la vida constituye un misterio, mucho más lo es la Providencia de Dios. 
Él ha dispuesto todas las cosas para que le glorifiquen, las personas le llaman azar al conjunto de sincronicidades inexplicables. 
El misterio del mal no lo comprendemos pero aun así Dios compatibiliza su justicia con la voluntad humana. Rendirnos a sus planes y propósitos es una cuestión de fe, en la medida que observemos cómo actúa Dios en el mundo podremos tener una justa comprensión de su misericordia y su providencia. 
Si ponemos en sus manos nuestra preocupación, Él nos irá mostrando cómo va ordenando los acontecimientos. 
Confiar en su cuidado  cuando todo parece adverso no es tan sencillo, pero ahí se levanta la fe que (“para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, “) saldrá intacta y fortalecida del problema. 

Recuerdo a José en Egipto. salvador de su pueblo en los tiempos de extrema crisis,  todos los cambios dolorosos Dios los usó para guardarlo.

El propósito lo define claramente el apóstol Pablo: " porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él. Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo coherente." (Colosenses 1:15-15 NVI) 
Confía en su sabiduría.



No hay comentarios:

Publicar un comentario