Un hombre mal genio es susceptible
y busca peleas fácilmente,
pero el hombre tranquilo
y paciente sabe cómo aquietar la disputa.
Proverbios 15:18 (paráfrasis)
El “prende con agua”, le decían.
Como era de suponer, terminó mal.
Una noche, cerca de nuestra casa hubo una riña, todos dormíamos tranquilos en los hogares, pero los muchachos en la calle tenían su propio panorama, antiguas rencillas dejaron al perdedor tendido en la vereda con una estocada de un largo cuchillo, directo al corazón.
Dijeron que murió al instante.
Era joven –muy joven-, apuesto y de mal carácter (una extraña e inusual combinación).
Con cierta displicencia y crueldad los vecinos comentaron “murió en su ley”.
Si tienes un problema de control de ira lo sabio es buscar ayuda; como cualquier otra fisura humana, el mal genio nos daña, ofende a otros y nos priva de buenos momentos.
Orar, leer la Palabra y consultar un especialista es un buen inicio.
Te deseo la paz.
Aquí algunas ideas:
Puedes leer una historia en esta entrada acerca de la ira.
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