"¡Juro que tomaré venganza del mal que se me ha hecho!
Recurre a la Gracia de Dios
para que sane tu corazón.
Él pagará la ofensa
con justicia divina.
Proverbios 20:22 (paráfrasis)
“La venganza nunca es buen, mata el alma y la envenena”.
¿Recuerdas esa frase del Chavo del 8?
Sabiduría popular atribuida al Filósofo de Güemes (México)
Cuesta llegar al punto del perdón si la ofensa fue monstruosa.
La señora Inés perdió su hijo de 22 años en un cordón industrial que luchó contra los militares el año 1973. Contaba con resignación y tristeza lo mucho que sufrió.
Me asombraba que no guardara rencor, ira o ansias de venganza.
Un día me contó su secreto, la fe en Dios fue su refugio.
Hay mejores formas de venganza que “pagar mal por mal”:
1.- La indiferencia.
Ignorar a una persona puede ser un buen hábito de liberación.
2.- Vive bien tu vida, sin amargura ni rencor. ¿Cómo se logra?, la fe, la oración, la música, la lectura, cultivar valores relevantes ayuda a superar las ofensas.
3.- Evitar contacto con el ofensor (a). El apóstol Pablo tuvo muchos dolores de cabeza con sus opositores que saboteaban su trabajo, “Tendrán apariencia de piedad pero negarán su eficacia. A estos evita.” (2 Timoteo 3:5)
4.- Entregarle a Dios la situación. Hay momentos difíciles, pérdidas económicas, descrédito social, recurrir al Espíritu de Dios para sostener la integridad propia es un gran recurso de fe; ten la certeza que la Palabra de Dios es vigente hoy: "Yo pagaré", dice el Señor. (Romanos 12:19).
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