un edificio,
una empresa,
una vida,
se edifican con sabiduría;
para que perduren en el tiempo
se necesita cuidado
y sentido común.
Proverbios 24:3 (paráfrasis)
Mi madre compró un sitio sin ningún auspicio estatal, por esos años nada de bonos sociales.
Cada día reservaba algo de dinero para la construcción; nada de préstamos, detestaba las deudas.
Fue un gran sacrificio, privaciones de cualquier suntuario durante un par de años, perseverancia, paciencia y la motivación de la casa propia.
Construir es un trabajo arduo y persistente; más aún lo es construir una vida que cumpla su propósito.
Disfrutamos por años esa amplia y confortable propiedad. Sin duda valía las renuncias previas.
Nos sentábamos en la paz de la tarde a mirar la huerta que crecía abundante.
Mi madre tenía “manos verdes”.
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La noticia del día:
Escuela de equitación en camello, Dubai, Emiratos Árabes, 2021 (Foto EFE)
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