miércoles, 16 de junio de 2021

Invitación a la pureza.

Querido hijo, 
escucha con el corazón mis palabras 
y pon atención al camino que te muestro. 
Hay un abismo profundo que atrae a los hombres, 
una mujer promiscua te inquietará como el fondo de un pozo. 
Te buscará, 
esperará insinuante en la oscuridad hasta hallar 
 un marido infiel a su esposa. 

 Proverbios 23:26-28 (paráfrasis) 

¿Son más infieles los hombres que las mujeres? 
Antiguamente se consideraba tolerable el adulterio de un varón y muy mal mirado si era una mujer. 
Los tiempos y la brecha han ido cambiando. 
Una encuesta informa que entre las edades 18 a 30 años hay un 28 por ciento de hombres infieles y un 13 por ciento de mujeres. 

“Existen muchas definiciones sobre lo que es la infidelidad, pero en términos generales, se entiende como el contacto sexual que una persona mantiene con alguien que no es su pareja socialmente establecida” (Pittman, 1998). 

El proverbista vivió una sociedad polígama, aunque él mismo en sus razonamientos abogaba por la fidelidad, el compromiso y el amor mutuos. 
El Señor Jesucristo aun cuando perdonó a una mujer adúltera, hiló más fino: "Pero ahora yo les aseguro que si un hombre mira a otra mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, ya fue infiel en su corazón. (Mateo 5:28 TLA)

“Así que hagan morir las cosas pecaminosas y terrenales que acechan dentro de ustedes. No tengan nada que ver con la inmoralidad sexual, la impureza, las bajas pasiones y los malos deseos. ” 
Colosenses 3:5 (NTV)

El estándar de pureza del Señor en un mundo plagado de tentaciones visuales tal vez resulte difícil y poco entendible por nuestros contemporáneos; sin duda el Espíritu Santo ayudará a mantener los votos de fidelidad que se han dado mutuamente. 
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Te comparto un interesante artículo:



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