no lo dejes desamparado;
más aún,
apoya al amigo de tus progenitores.
Cuando tú tengas dificultades,
un aliado cercano
es más fiel que un familiar que vive lejos.
Proverbios 27:10 (paráfrasis)
Hemos hablado del gran don de la amistad.
En esta ocasión el escritor lo lleva un punto más profundo, mantener amistades generacionales da un soporte de confianza y rodea de seguridad.
Somos testigos de familias en segunda o tercera generación que se mantienen unidas, se apoyan y se defienden mutuamente, mejor aún que si tuvieran lazos de sangre, en especial si han vivido en el mismo barrio por años.
La buena vecindad es un precioso recurso comunitario, y si a eso se une la devoción a Dios serán testigos poderosos del amor que el Señor ha derramado en sus corazones.
***
La amistad, don maravilloso.
Un regalo de Dios:
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