miércoles, 29 de septiembre de 2021

De madres y de hijos.

Si una persona roba a sus progenitores 
y piensa que no es delito, 
se equivoca; 
Dios ve las acciones humanas 
y lo considera igual a un abusador. 

Proverbios 28:24 (paráfrasis) 

Ella acudió a la autoridad para denunciar la sustracción de un vehículo desde su hogar. 
¿El hechor? 
Su propio hijo. 
Para su sorpresa la autoridad de turno le explicó: “entre padres e hijos no hay robo”. 
¿Es así la legislación chilena? 
“Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos únicamente a la civil por los hurtos, defraudaciones o daños que recíprocamente se causaren: 
1.º Los parientes consanguíneos en toda la línea recta. 
2.º Los parientes consanguíneos hasta el segundo grado inclusive de la línea colateral. 
3.° Los parientes afines en toda la línea recta. 
4.- (…) 
5.° Los cónyuges. 
6.° Los convivientes civiles.” 
 Art. 489 Código Penal chileno. 

Si bien es cierto que la ley chilena permite sustracciones entre la familia, no es menos cierto que la Palabra de Dios es un poco más justa en esa clase de abusos, en especial si los padres son adultos mayores. 
Mi amiga pide consejo. 
¿Qué se le puede decir a una madre que toda la vida ha consentido a su hijo único? 
¿Debería despedirlo del hogar? 
¿Debería quitarle las llaves? 
¿Qué harías tú?
 
***


La noticia del día:
Un tranvía pasa por un parque en Moscú, Rusia, septiembre 2021. (Foto AP)







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