sábado, 5 de noviembre de 2022

Historia de siete trenzas.

Lo mismo pasa con ustedes: Dios sabe hasta cuántos cabellos tienen. 
Por eso, ¡no tengan miedo! 
Ustedes valen más que muchos pajaritos. 
Lucas 12:7 TLA

Cabello
 Diccionario de la Lengua Española (DLE) 
Del lat. capillus. 

1. m. Conjunto de los pelos de la cabeza. 
2. m. Cada uno de los pelos de la cabeza. 

 * 
 "Después Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec. 
Los jefes filisteos le fueron a decir a ella: 
«Engaña a Sansón, y averigua el secreto de su gran fuerza. 
Necesitamos saber cómo vencerlo y atarlo para mantenerlo bajo nuestro poder. Si logras averiguarlo, cada uno de nosotros te dará más de mil monedas de plata». 

Cuando Sansón fue a visitarla, Dalila le preguntó:

 —¿Cuál es el secreto de tu gran fuerza? ¿Cómo se te puede atar sin que te liberes? 

Sansón le contestó: 
—Si me atan con siete cuerdas nuevas, de las más fuertes y resistentes, perderé mi gran fuerza y seré como cualquier otro hombre. 
Entonces los jefes filisteos le llevaron a Dalila siete cuerdas de las más fuertes y resistentes, y ella ató a Sansón. Dalila había escondido en su cuarto a unos hombres, así que gritó: 
«¡Sansón! ¡Los filisteos te atacan!» 
Pero Sansón rompió las cuerdas como si fueran hilos viejos, y los filisteos no pudieron descubrir el secreto de su gran fuerza.
(…)
Entonces Dalila exclamó: 
—¿Cómo puedes decir que me amas, si me sigues engañando? 
 Todos los días Dalila seguía insistiendo con la misma pregunta, y tanto se hartó Sansón que se quería morir. 

Finalmente, Sansón le confesó a Dalila su secreto: 

«Jamás se me ha cortado el cabello, porque antes de nacer fui dedicado a Dios como nazareo. 
Si me cortaran el cabello, perdería mi fuerza y sería como cualquier otro hombre». 

Dalila comprendió que esta vez Sansón le había dicho la verdad, y mandó este mensaje a los jefes filisteos: 
«Vengan acá otra vez, porque ahora sí me ha dicho la verdad». 

Entonces los jefes filisteos volvieron con el dinero en la mano. 
Dalila hizo que Sansón se durmiera recostado en su falda, y mandó llamar a un hombre para que le cortara las siete trenzas. 
Después comenzó a maltratarlo, y le gritó: 
«¡Sansón! ¡Los filisteos te atacan!» 
Sansón despertó pensando que iba a librarse como antes, pero no sabía que Dios ya lo había abandonado. Los filisteos lo sujetaron y le sacaron los ojos; luego se lo llevaron a Gaza, le pusieron cadenas de bronce, y lo obligaron a trabajar en el molino de la cárcel."
Jueces 16:4-21 Traducción en lenguaje actual 


En contexto: 

Cómo llegó hasta  nosotras la útil y decorativa pinza para el cabello. 





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