Y el ángel contestó:
—¡Dios ha recibido tus oraciones
y tus donativos a los pobres
como una ofrenda!
Hechos 10:4 NTV
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Una cosa no impide la otra.
La vida devota de oración no está reñida con la ayuda a las personas que necesitan un donativo, una limosna, una ofrenda de amor en "contante y sonante".
Más aún, el Señor asegura: : "den y se les dará" (Lucas 6:38)
En el acto de dar hay una triple alegría, el dador, el que recibe y Dios que la mira como una ofrenda para Él. Tanto es así que a Cornelio le envió un ángel para guiarlo hacia la buena noticia del evangelio.
No te restes de dar.
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En contexto:
Leí esta historia:
“Un hombre pobre llegó un día donde Michael Feneberg, un ministro de Baviera. Necesitaba tres coronas, para poder terminar su viaje. Era todo lo que Feneberg tenía, pero como el viajero se los pidió en el nombre de Jesús, se los donó. Al poco tiempo Feneberg se encontró en una necesidad externa, y al no ver forma de alivio, oró:
"Señor, te presté tres coronas; aún no me las has devuelto, y sabes cuánto las necesito. Señor, te ruego que me las des de nuevo."
El mismo día llegó un mensajero con una carta, en el interior venía unos ciento cincuenta dólares.
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