martes, 13 de junio de 2023

La Gracia de Dios es suficiente.


Lo que sucedió en realidad es lo siguiente: 
Intenté cumplir las reglas y esforzarme al máximo para agradar a Dios, y no funcionó. 
Así que dejé de ser un "hombre de la ley" para poder ser el hombre de Dios. 
La vida de Cristo me mostró cómo, y me permitió hacerlo. 
Me identifiqué completamente con él. 
De hecho, he sido crucificado con Cristo. 

Mi ego ya no es central. 

Ya no es importante que parezca justo ante ti o que tenga tu buena opinión, y ya no me mueve impresionar a Dios. 

Cristo vive en mí. 

La vida que me ves vivir no es "mía", sino que la vivo por la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. 
No voy a dar marcha atrás. 
¿No está claro para ti que volver a esa antigua religión de reglas y de complacer a los demás sería abandonar todo lo que hay de personal y libre en mi relación con Dios? 
Me niego a hacerlo, a frustrar la gracia de Dios. 
Si una relación viva con Dios pudiera venir por el cumplimiento de las reglas, entonces Cristo murió innecesariamente.  
Gálatas 2:19-21  
EL MENSAJE: 
La Biblia en lenguaje contemporáneo  de Eugene H. Peterson. 
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor 
www.DeepL.com/Translator
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Te regalo una canción para que te inspire esta semana:

https://www.youtube.com/watch?v=neWu1pIug7I






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