Moisés tenía ciento veinte años cuando murió.
Con todo, no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor
(...)
Solo Moisés hizo todas aquellas señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto ante el faraón, sus funcionarios y todo su país. Nadie ha demostrado jamás tener un poder tan extraordinario ni ha sido capaz de realizar las proezas que hizo Moisés ante todo Israel.
Deuteronomio 34:7, 11-12 NVI
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Has llegado al final de libro de Deuteronomio.
Al final del Pentateuco, los cinco primero libros de la Biblia.
Felicitaciones; has oído, meditado e internalizado palabras que Dios te ha revelado.
Aún queda un camino por descubrir; el mundo sobrenatural de Dios no termina.
Te animo a que transitemos juntos lo que queda.
Dios es sorprendente y seguro que tiene muchas más bendiciones para regalarnos.
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Audiolectura hoy:
Deuteronomio 33 y 34
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