El canalla escarba en tu historial para calumniar, sus palabras son como fuego que destruye todo a su paso.
Su mente retorcida difunde rumores;
un chisme susurrante que arruinará buenas amistades.
Un canalla es un escalador persistente,
elogia para lograr sus fines
si puede apuñalará a cualquiera por la espalda.
Medita y hace planes atrevidos,
luchará para tener un triunfo definitivo.
Proverbios 16: 27-30 (paráfrasis)
Si te topas con personas de este carácter, por favor, mantén tu distancia.
No te las des de samaritano de buen corazón, desecha ese altruismo emotivo aduciendo que “todo hombre merece una oportunidad”, y esas historias.
Solo el Espíritu Santo “convence de pecado, justicia y juicio”. Si eso no es suficiente para alguien, nada que hacer.
Si quieres intervenir en una vida, ora con perseverancia. Un hombre, una mujer pueden ser cambiados solo con el poder de Dios.
El apóstol Pablo nos da una buena indicación para actuar con sabiduría:
"También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”
(2 Timoteo 3:5