Las buenas decisiones.

"Entonces me llamarán, y no les responderé;
me buscarán de mañana, y no me hallarán.
Puesto que aborrecen la sabiduría,
y no optaron por temer al Señor
ni quisieron seguir mis consejos,
sino que menospreciaron todas mis reprensiones,
comerán los frutos de sus andanzas
y se hartarán con sus propios consejos.
Los incautos mueren
por sus propios desvíos;
a los necios los destruye su autosuficiencia.

Pero los que me oyen vivirán tranquilos,sin sobresaltos ni temor de ningún mal."

Proverbios 1:29-33
(Reina Varela Contemporánea)

Hay algo terrible en la lectura de estos versos. Tiemblo mientras leo y me pregunto ¿hasta qué punto puede el ser humano soportar las consecuencias de malas decisiones y hasta cuánto puede durar ese tipo de vida?

“Todo el día extendí mis manos –exclama el Señor por boca del profeta- a un pueblo rebelde y contradictor.”
La vida ha sido comparada a una siembra.
Los frutos serán las consecuencias que asumiremos, querámoslo o no,  de nuestras elecciones.
Elegir en este día la devoción a Dios nos dará una vida tranquila, no sé porqué podríamos aspirar a una mala vida ¿no? si se nos da la alternativa de elegir lo mejor.




Ilustración de Lucy Campell.
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