¿Por qué guardarías rencor en tu corazón hacia tu vecino que vive justo al lado?
No le busques peleas, más aún si no te han ofendido ni tienes razón para enojarte.
La violencia nunca será buena mediadora; no escojas ese camino.
No actúes como los matones ni aprendas sus costumbres.
Porque el Señor detesta al perverso, pero su íntima comunión es con los rectos.
Proverbios 3:29-31
Se ha ganado en el barrio el apodo de "pendenciera". Reclama por cualquier minucia, a todo le halla un "pero". Soportarla es una prueba a la sana convivencia y un curso gratuito de paciencia.
La psicología busca las causas para los comportamientos humanos y a menudo minimiza el carácter violento citando los traumas de niñez o de adolescentes. El asunto es que algunos pelearían hasta con su sombra.
En mayor o menor medida todos hemos estado expuesto a la injusticia, a la violencia , al egoísmo o las gratuitas ofensas que nos hieren. Al final, todos podríamos justificar una "salida de madre" o un ataque de histeria.
El libro de Proverbios va más allá, la pendencia es injustificable como recurso para lograr un fin.
Como le decía mi madre a su hermano cuando se enojaba sin motivo, "este es bueno para arrastrar el poncho", un dicho común en el Sur. En esos momentos era mejor salir de paseo y dejar que se calmara.
Un buen artículo sobre el trastorno explosivo.
https://www.psicologiamadrid.es/blog/articulos/problemas-psicologicos/problemas-de-control-de-la-ira-trastorno-explosivo
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