domingo, 16 de agosto de 2020

Sexo (la difícil castidad).

Oye,  atiende a mis consejos, 

así cuando hables,  lo harás con sabiduría. 
La mujer infiel te engaña con palabras suaves y dulces, 
que al fin de cuentas resultan más amargas que la hiel y más peligrosas que una espada.
Quien se enreda con ella, ¡va derecho a la tumba! 
A ella no le importa lo que digan de su conducta; lleva una vida sin control, pero no lo reconoce. 

Querido jovencito, escúchame: 
¡no desprecies mis consejos! 
Apártate de esa mujer y no te acerques a su casa, 
o acabarás entregando tu salud y los mejores años de tu vida a gente cruel y peligrosa; 
¡todo tu salario, y el dinero que con tanto esfuerzo te ganaste, irá a parar en otras manos! 
Cuando te hayas quedado pobre, dirás entre llantos y lamentos: «¡Pobre de mí, pobre de mí! 
¡Nunca acepté ningún consejo! 
Jamás les hice caso a mis maestros, ni obedecí a los que me orientaban. 
¡Ahora estoy casi en la desgracia ante toda la comunidad!"

(Proverbios 5:1-14 TLA)






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