sábado, 12 de septiembre de 2020

El odio es una espiral arrolladora.

El odio mantiene vivos los conflictos 
pero el amor perdona el insulto 
y busca la manera atenuar la falta.

 Proverbios 10:12 (paráfrasis)



“Anda en las nubes” se decía de aquella persona que estaba enamorada.
El odio como el amor no son solo sentimientos, también son decisiones humanas.

Decidimos odiar, decidimos mantener vivas dentro de nosotros las imágenes de nuestro rencor; lo mismo hacemos con las imágenes que cultivamos de aquellos que amamos.

El odio es una espiral que va creciendo, excede a la persona y contagia exponencialmente hasta convertirse en un movimiento colectivo, inmanejable y arrasador.

¿Cuántos días de maquinación vivió Caín para matar a su hermano?
¿Cuántos años soportaron los hermanos de José para venderle como esclavo?
El amor y el odio tienen un inicio pero es difícil prevenir cómo o cuándo terminarán. Podemos ver sus efectos en muchas sociedades que se han desangrado en guerras fratricidas, al punto de la extinción.

En nuestro tiempo las redes sociales se han destacado por la intolerancia y la virulencia verbal.
Algo no está bien.
El corazón de las personas necesita  una palabra de Dios para sacar la "raíz de amargura" que lo lleva a destruirse emocionalmente.
Un antiguo pensador dijo: «La ira es un veneno que te tomas tú esperando que muera el otro» ( William Shakespeare)
Que tengas paz en tu alma.




#elAmorPerdonaySana







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