la verdad de los hechos
protege vidas al no permitir
que el mal triunfe;
un testigo engañoso
se deja llevar por impresiones erróneas
y pone en peligro a los inocentes.
Proverbios 14:25 (paráfrasis)
Don Juan transportaba artículos de construcción en un camión que había adquirido con gran esfuerzo.
A menudo recogía pedidos y los entregaba sin mayores inconvenientes.
El día en cuestión lo contrataron para trasladar unos fierros de una ferretería. Esperó en el estacionamiento para que los cargadores pusieran la mercadería. De pronto llegó la policía y tanto los compradores como él fueron detenidos. Los que lo habían contratado eran ladrones que tenían al dueño del local amenazado.
Probar su inocencia le llevó 7 meses de prisión preventiva; gracias al testimonio de un cargador pudo probar que él no estaba involucrado y que era tan víctima como el dueño del local.
Casos como este existen muchos; puedes leer de personas que, por la insistencia de la familia o por testimonios fortuitos han logrado probar -después de años- que no tuvieron nada que ver en los hechos..
Hasta hoy es posible que haya personas inocentes que cargan los delitos de otros sin posibilidad de salir libres. Como dicen que "la justicia es ciega", a veces lo es tanto que no logra definir al verdadero responsable de algún delito y se equivoca fatalmente.
De ahí la gran importancia del testimonio verdadero. En muchas ocasiones salvará vidas o evitará desgracias mayores a una familia.
Ruego al Señor que sus hijos sean librados del mal y les guarde de estar -impensadamente- en la hora y lugar incorrectos.
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