viernes, 13 de noviembre de 2020

Testigos verdaderos & testigos falsos.

Se puede confiar 
en un testigo que dice la verdad; 
un testigo falso 
solo dice mentiras. 
La sabiduría 
no es amiga de los burlones, 
si bien es posible que la busquen. 
El discernimiento 
llega rápido a los que se disponen 
a comprender. 

Proverbios 14:5-6 (paráfrasis)


Cuando era niña, mis amigas juraban "por esta luz que me alumbra", y hacían un gesto con los dedos en la boca. Siempre me pareció muy divertido y poco creíble. 
Mamá tenía la técnica de mirarme a los ojos fijamente. No sé cómo sabía exactamente si decía o no la verdad. Pura psicología materna, imagino.
Los americanos juran sobre la Biblia, otros por la Patria, antiguamente lo hacían por algún patrono o por la cruz de Cristo. Hay personas que son tan osados que aseguran "que me parta un rayo si miento".
De una u otra manera tenemos esa costumbre de reforzar nuestras verdades ( a veces no son tan verdaderas). 
El Señor nos enseña una fórmula un poco draconiana pero infalible: 
"Pero yo digo: ¡no hagas juramentos! 
No digas: “¡Por el cielo!”, porque el cielo es el trono de Dios. 
Y no digas: “¡Por la tierra!”, porque la tierra es donde descansa sus pies (…) 
Ni siquiera digas: “¡Por mi cabeza!”, porque no puedes hacer que ninguno de tus cabellos se vuelva blanco o negro. 
Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.
Mateo 5:33-37 NTV




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