Cuando el corazón está alegre
pone una sonrisa en el rostro
(¿hay algo más hermoso que la sonrisa humana?),
pero cuando hay dolor en el corazón
se entristece la cara.
Proverbios 15:13 (paráfrasis)
¿Has leído esas recetas de cómo tener un rostro de porcelana en 5 pasos?
¿O aquel que promete quitarte 20 años de arrugas si compras tal crema?
Cutis perfecto.
Bella de día.
Cara hermosa…
Y así, puedes hallar una y mil fórmulas, costosas, económicas y hasta gratuitas.
Es bueno para la auto estima poseer un rostro agradable, sin duda.
¿Qué hay de las personas que no cumplen el estándar de belleza impuesto por la sociedad?
Más allá de la finura de piel o la perfección de la nariz las Escrituras nos alientan a cultivar la belleza del alma y el espíritu, esa luz interior irradiará hacia afuera, los estereotipos se anulan con una palabra amable o una mirada sencilla.
A veces se confunde la alegría con la bobada. Esa idea medieval es anti bíblica y antinatural.
En ninguna parte de la Palabra se nos dice que andemos con cara de limón o que no nos arreglemos para tener una apariencia agradable.
Por el contrario, el apóstol Pablo insiste: "Alegraos siempre en el Señor, insisto: ¡Alégrense!" (Filipenses 4:4)
En alguna parte de la educación a la que fuimos sometidos, nos robó la sonrisa y es necesario recuperarla, pero ¿cómo hacemos eso?
Aquí hay 4 ideas, tú puedes practicar otras; lo ideal es mantener esa interioridad gozosa.
1.- Cantar es una gran fórmula.
2.- Bailar.
3.- Cultivar el sentido del humor.
4.- Amar a Dios y estar claritos que Él nos ama.
Y bueno, si deseas hacerte algún tratamiento para la piel, lo que abunda no daña, aquí te dejo algunos tips:
Exfoliar el rostro de impurezas.
Poner alguna crema hidratante de acuerdo a su edad.
Usar aloe vera (para comer y para la piel)
Usar una mascarillas por media hora, pepino, aceite de coco, aloe, miel, huevo, etc. (una vez por semana)
Dormir bien.
Fumar, cero.
Aquí unos buenos consejos.
Se feliz.
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