martes, 5 de enero de 2021

Si lo puedes evitar, evítalo.


Cambiar un mal itinerario de vida 
te coloca en el camino de la integridad. 
El guardián de tu alma eres tú, 
protege tu honestidad, 
estarás protegiendo tu vida. 

Proverbios 16:17 (paráfrasis) 

Regresábamos con mis compañeras de escuela de vuelta a casa; cortándonos el camino un muchachote gracioso levantaba en sus manos una culebra dándola vueltas e impidiéndonos el paso. Retrocedimos con prisa y buscamos otro camino; llegué a casa corriendo asustada; después supimos que la víbora estaba muerta. 
El mal te saldrá al paso en una tentación, una sugerencia, una sonrisa, un comentario punzante  o, como de niña me sucedió, un susto inesperado. Reaccionar adecuadamente es cambiar de rumbo, dice el proverbista, evitar la confrontación. ¿Para qué exponerte innecesariamente? 

El apóstol Pablo (siempre con su clarísima certeza)  aconseja: Evita las discusiones profanas e inútiles, y los argumentos de la falsa ciencia. Algunos, por abrazarla, se han desviado de la fe
(1 Timoteo 6:20) 

Evitar
Esquivar.
Rehuir.
Eludir.
Soslayar.
Rodear.



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