jueves, 4 de febrero de 2021

La vida se renueva en los que nacen.

El camino tortuoso de dolor y amargura 
nunca termina 
para los progenitores de un hijo insensato. 

 Proverbios 17:25 (paráfrasis) 

Pareciera que el proverbista tuvo malas experiencias (o las vio en sus súbditos) con los hijos. 
Nosotros también podemos contribuir con algunas historias. 
Las relaciones madre-padre-hijo-hija no siempre son tan luminosas como deseamos y, aunque haya un gran amor, tienen los altos y bajos propios de nuestra condición humana. 
Aun así, la vida se renueva en los que nacen; hay un gran porcentaje de familias unidas, leales y que desarrollan permanencia en el tiempo dando al mundo estabilidad y al Reino de Dios la continuidad necesaria de generación a generación; no todo es tan oscuro y nihilista.
Es una alegría observar a través de los años cómo van creciendo los niños, las niñas; cómo adquieren profesiones, sirven, ayudan, crean nuevas familias, el ciclo natural de la vida que nunca deja de fluir.
 
Como Dios lo ha prometido:
“En cuanto a mí, este será mi pacto con ellos: ‘Mi Espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca no se apartarán de tu boca ni de la boca de tus descendientes ni de la boca de los descendientes de tus descendientes, desde ahora y para siempre’”, ha dicho el SEÑOR. (Isaías 59:20-21)
Paz de Dios.


***

La noticia del día:  Ni el frío de Siberia ni sus 79 años detienen a Lyubov Morekhodova quien se ve obligada a calzarse todos los días sus patines para deslizarse sobre el congelado lago Baikal para poder llegar a su granja y alimentar a sus vacas (foto Reuters).






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