finge usando diversas máscaras;
la gente honesta actúa con sinceridad.
Proverbios 21:29 (paráfrasis)
Nos dimos cuenta con cierta pena que alguien había descabezado un cactus en el jardín.
Tal vez estaba muy cerca de la reja y la tentación de llevárselo fue inevitable.
Hoy alguien llama a la puerta.
-Aló, ¿Ud, vive aquí?
-Sí, ¿que desea?
- Es que vengo a devolver esto.
- Tal vez se equivocó de dirección-, le digo un poco confundida.
- No, esto es suyo. Sucede que hace unos meses saqué de su jardín este cactus y quiero que me disculpe.
Un muchacho con un precioso macetero conteniendo un cactus viene a ofrecer disculpas y a devolverlo porque hace un tiempo se lo llevó de nuestro jardín.
Cuando se vitupera a las generaciones jóvenes por sus continuos estallidos violentos no podemos generalizar. He aquí uno que –cortés y dolido- hace un gesto no fácil por algo que solo él entiende.
Después de una afable conversación se va feliz con la indulgencia y su cactus –ahora legal- en la mano.
Él consideró nuestros sentimientos y recapacitó.
Sin duda, arrepentirse y reparar el daño dará una buena vida.
***
Te regalo una bella canción:
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