sábado, 8 de mayo de 2021

La medida del orgullo.

El orgullo del escarnecedor
le hace creer que puede burlarse de todo
Insolente y presuntuoso 
está enamorado de su propia opinión. 

 Proverbios 21:24  

Escarnecedor es un nombre. 
Burlador. 
Ofensivo. 
Insultante. 
Humillante. 
Injurioso. 
Irreverente. 
Zaheridor. 
Afrentador. 
Vejatorio. 

Como una cadena de sólidos eslabones, encontramos en todas estas palabras un hilo común: simple y puro orgullo. Es posible que todo ser humano tenga su cuota, llámese autoestima, dignidad o amor propio. Es difícil saber dónde termina la sana autoestima y se inicia la arrogancia que hace daño. 

Cuando pensaba en los excesos a los que puede llevar el orgullo, recordé a Lope de Aguirre. Entre todos los españoles que vinieron a América la de Aguirre es una de las más llamativas y nos muestra hasta dónde puede llegar el alma humana si se deja dominar por la autosuficiencia. 

Después de haber pasado varios años en las Antillas, Lope de Aguirre llega a Perú donde ejerce diferentes oficios. Participa en las guerras civiles que dividían a los españoles entre pizarristas y almagristas. Es absuelto de todas sus violentas intervenciones gracias a los servicios que presta contra el sublevamiento de Hernández Girón. En 1559 se enrola en una expedición dirigida por Pedro de Ursúa y ordenada por el Virrey del Perú, cuyo objetivo es encontrar el legendario El Dorado. 

Explorar el río Amazonas y hallar oro fue la motivación, solo que resulta un fracaso y malestar general de los expedicionarios. Lope de Aguirre se amotina, matan a Pedro de Ursúa y nombran como nuevo jefe de la expedición a Fernando de Guzmán. 
El verdadero maestro de la situación es Aguirre que al poco tiempo elimina a todos los que se opongan a su autoridad. Decidido a conquistar Perú avanzan ejerciendo toda clase de violencia. Atravesando Venezuela un gran número de sus soldados le abandonan, en su orgullo desmedido y derrotado, asesina su propia hija Elvira para que “nadie la toque”.

La historia de nuestros países está llena de hombres y mujeres que terminaron de manera cruenta  por su carácter desmedido. 
El proverbista nos alerta; ninguna persona está exenta de sentimientos parecidos, en menor o mayor medida. Nos escribe en  una entrada anterior "Esto es pecado: los ojos altivos, el corazón orgulloso y los planes malvados" (Proverbios 21 4)

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La noticia del día:
Un hombre carga un automóvil pára llevar al taller de reparaciones, en Amritsar, India (AFP)



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