Una respuesta verdadera
es tan agradable como un beso afectuoso.
Proverbios 24:26 (paráfrasis)
La historia del beso se remonta al Génesis de la historia humana.
Los hay de amistad, filiales, saludo, como contrato, de traición, etc.
Como ejercicio, el beso activa hasta unos 30 músculos faciales, sin contar la liberación de oxitocina, dopamina y serotonina que dan bienestar al organismo.
Los hay de amistad, filiales, saludo, como contrato, de traición, etc.
Como ejercicio, el beso activa hasta unos 30 músculos faciales, sin contar la liberación de oxitocina, dopamina y serotonina que dan bienestar al organismo.
Jean-Luc Tournier, autor de la Pequeña enciclopedia del beso, escribe “no hay acto alguno que permita una implicación voluntaria del ser tan total como el beso".
El deseo de besar hasta tiene un nombre científico: filemamanía. El cerebro es adicto a la oxitocina, que se produce cada vez que nos besamos. Esta hormona influye en funciones básicas como el enamoramiento, parto y amamantamiento, y está asociada con la afectividad, la ternura, la pertenencia.
Si besar es agradable, el proverbista nos asegura que una respuesta verdadera, sincera, honesta, genuina, provocará el mismo efecto en una persona.
Sin duda, no es ningún agrado que alguien nos mienta.
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