Cómprale un almuerzo, proporciónale algo de beber.
Tu generosidad tal vez despierte su conciencia
y cambie de actitud.
Lo que es seguro, Dios te mirará con agrado.
Proverbios 25:21-22 (paráfrasis)
Me he preguntado en que consiste la derrota o el triunfo.
Hay un sabor dulce-amargo en la venganza.
El primer recurso emocional es devolver el golpe.
Las voces insinuantes, “Muy bien, si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz.”; por todos lados sugieren o gritan, no seas cobarde, mira lo que te hizo ¿dejarás que te humille?
La historia alternativa tipo Wilhelm Leibniz, quien sostiene que Dios en su Omnisciencia conoce la historia real y las que podrían ocurrir (Teodices 1710), Jesús se baja tranquilamente de la cruz, manda una legión de ángeles y destruye a cada burlador, los derriba en el polvo, la aniquilación completa de un pueblo rebelde. O los judíos se arrepienten y rápidamente lo bajan de la cruz y lo llevan a rehabilitación. O...(todas las alternativas que te puedas imaginar, ¿qué hubiera pasado si no...?).
Tal vez el triunfo sea eso, vencer las propias tentaciones y vivir el propósito del Altísimo.
Las elecciones definen el futuro. Alimentar tu enemigo provoca un remezón en los parámetros humanos.
Cuando el Señor grita a los cuatro vientos: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" es el eterno triunfo del bien sobre el mal, del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza. Con toda racionalidad el Señor nos explica "...yo pongo mi vida para volver a tomarla. Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia cuenta." (Juan 10:17)
Y en eso consiste la salvación, Gracia sobre Gracia. .
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