Una persona que canta alegremente
delante de alguien que sufre un dolor profundo
es tan insensible
como si le quitara el abrigo en tiempo helado
o coloque sal en una herida.
Una gota de delicadeza bastaría para consolar un corazón roto.
Proverbios 25:20 (paráfrasis)
¿Hay un dolor más profundo que perder un ser amado?
Un largo viaje, el destierro, la muerte, nos provoca tristeza a tal punto que se nos quita el apetito, nos encerramos, queremos soledad y silencio. Y ahí está nuestro vecino tocando cumbias o reguetones a full decibeles.
La sutil comprensión de lo que hay en la mirada devastada por la angustia.
Callar en el momento oportuno; hablar la palabra tierna.
Abstenerse de ostentar felicidad frente a un duelo.
“Venid, desconsolados, donde languidecéis,
venid al propiciatorio, arrodillaos fervientemente.
Aquí traigan sus corazones heridos,
aquí cuenten sus angustias;
La tierra no tiene dolor que el cielo no pueda curar.”
(Thomas Moore)
“Gocémonos con los que se gozan
y lloremos con los que lloran.”
(Romanos 12:15 RVC)
***
La palabra del día: Sensibilidad.
Del lat. sensibilĭtas, -ātis.
La sensibilidad puede ser la propensión natural del ser humano a dejarse llevar de los afectos de cariño y compasión.
Antónimo: Insensible.
3. adj. Dicho especialmente de una persona: Incapaz de apreciar algo o de reaccionar emocionalmente ante ello.
U. t. c. s.
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