No es conveniente que caiga nieve en verano
ni que llueva a torrentes durante las cosechas;
igual de inapropiado
es colmar de honores a un insensato.
Proverbios 26:1 (paráfrasis)
¿Recuerdas aquel verano que cayó nieve?
Celebramos la Navidad haciendo una figura en el jardín a modo de postal norteamericana..
Hubo una cosecha que se perdió por el granizo fuera de tiempo.
Como sucede en algunas épocas la naturaleza se comporta un poco bipolar y a veces derechamente incompatible con su estación, en las vidas humanas ocurre algo semejante.
Hombres y mujeres que detentan gran poder sobre otros llegan a cometer los más insensatos actos de barbarie.
Hubo un día que un necio recibió grandes honores.
Se llamaba Antíoco Epífanes.
Leo el libro deuterocanónico de Macabeos.
Aquel rey quiso helenizar todo el oriente medio y unificar una sola fe para los pueblos conquistados.
“ … en el año ciento cuarenta y tres, Antíoco se puso en marcha con un poderoso ejército contra Israel, y llegó a Jerusalén.
Entró con arrogancia en el santuario y se apoderó del altar de oro, del candelabro con todos sus accesorios, de la mesa para los panes sagrados, de las copas, las tazas, los cucharones de oro, el velo y las coronas, y arrancó todo el enchapado de oro que adornaba la fachada del templo. Se apoderó también de la plata, el oro, los utensilios preciosos y los tesoros escondidos, los cuales logró encontrar. Con todas esas cosas se fue a su país.
También mató a mucha gente y habló con grandísima insolencia."
(1 Macabeos 1:20-24)
El rey Antíoco supo del poder, la gloria y los honores, sin embargo, la sabiduría para gobernar estuvo lejos de su carácter y obviamente terminó en las peores condiciones.
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Deuterocanónico :
1 Macabeos:
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La foto desde aquí:
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