El león ruge y el oso ataca su presa;
un líder malvado y poderoso
es más peligroso que ellos.
Proverbios 28:15 (paráfrasis)
Es difícil imaginar que esos poderosos y arbitrarios líderes mundiales que habitan los libros de historia, fueron alguna vez niños inocentes.
¿Cómo llegaron a tal nivel de desmesura?
¿Venía en los genes el germen de la iniquidad o lo adquirieron en los avatares de la vida?
¿No hubo una iglesia que rogara por ellos como lo aconseja el apóstol?
La historia es prolífica en contarnos las hazañas bélicas, los logros gubernamentales, el sometimiento de naciones o la brutalidad ejercida por césares, dictadores o gobernantes absolutistas (algunos sienten cierta fascinación por estos personajes extremos). Pero no se relata las causas que los llevaron a esas decisiones que incluso pusieron en riesgo de muerte miles de vidas.
La Palabra nos describe que al final de los tiempos se erguirá en el gobierno un hombre que concentrará todo el poder que daña al mundo.
"Después de eso, el malvado aparecerá. Satanás lo ayudará a engañar a muchos con señales y falsos milagros. Engañará con toda clase de mentiras a los que no quisieron amar y aceptar el verdadero mensaje de Jesucristo, mensaje que podría haberlos salvado del castigo que recibirán.
(2 Tesalonicenses 2:8-9 (TLA)
El Señor Dios nos da la buena tierra para habitarla y manifestar su Nombre.
Nos provee un lugar de paz para mostrarnos su misericordia y para que disfrutemos una libertad plena.
La libertad humana es un bien común que a cada uno le corresponde cuidar.
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La noticia del día:
Comienza la escolaridad en Grecia. Se observa un pupitre en un colegio de Corinth (foto EFE)
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