miércoles, 9 de marzo de 2022

Perder es un proceso.


“…porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.” 
Lucas 9:56 

Perder. 
1. Dicho de una persona: Dejar de tener, o no hallar, aquello que poseía, sea por culpa o descuido del poseedor, sea por contingencia o desgracia. 
2. tr. Desperdiciar, disipar o malgastar algo. 
3. tr. No conseguir lo que se espera, desea o ama. 
6. tr. No obtener lo que se disputa en un juego, una batalla, una oposición, un pleito. 
*

Estatura mediana, estructura robusta y un poco miope, la profesora de química ingresó a la sala como un huracán en acción, sacó una hoja, un fósforo e inició la ignición dentro de un pocillo que tenía sobre el pupitre. 
Quedamos literalmente boquiabiertos. 
Luego preguntó ¿qué creen que pasó aquí? “Nada se crea, nada se pierde, todo se transforma”, declaró con voz estentórea para que a los 44 alumnos no les quedara ninguna duda. 
Por cierto, nunca la olvidamos. 
Aunque la ley de Lavoisier nos asegura que nada se pierde en el mundo material, en el mundo invisible vamos perdiendo algunas ilusiones y adquiriendo experiencias. Dependerá cómo tomemos esas pérdidas para que se transformen en amargura o en sabiduría. 

La gran pérdida que tiene el ser humano es su fe en el Creador.

Eso lo aleja de posibilidades insólitas de bendición. Porque podemos concordar que el Señor transforma nuestras pérdidas con su eterno poder de liberación y nos proyecta a una nueva vida.
Tal vez en ese sentido, la maestra tenía razón.
*
 
La noticia del día, una pareja transporta verduras en una motocicleta en Phnom Penh, Camboya.
 Foto de https://www.voanews.com/ 

 *


(Ilustración de Faruk Koksal, pintor de Turquía)

No hay comentarios:

Publicar un comentario